Acá unos cuantos:
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Manténgase tranquilo. No se desespere.
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Antes de empezar, pregúntese: “¿Qué es lo que quiero decir?”.
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No incurra en demasiados detalles.
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Procure dirigir sus cartas a una persona determinada.
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Haga que la forma de su carta ayude a aclarar problemas.
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Dele importancia al subrayado y a la tabulación.
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Sea enfático, cuando haya necesidad. Reitere, subraye, etc.
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Acostúmbrese a redactar cartas sencillas.
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Brevedad, sí, pero cuídese de no ser rudo en su contenido.
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Incluya copias o cargos, pero conserve un original.
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En caso de tener que remitir originales, guarde fotocopias.
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No sea severamente serio. A veces ayuda la amenidad.